Las vueltas de la vida me llevó a comportarme como una señorita y ponerme falda porfin, ya que la situación lo ameritaba y no podía desteñir, como no si tuvimos el honor de ser invitados a una cena formal en el Club Hípico por razones de trabajo, por agradecimiento al esfuerzo que nos caracteriza jajajajaja, en fin, sea como sea llegamos en patota y de punta en blanco a magno evento.... claro que de la comida probé poco por mi alergia a los mriscos, pero el vino y el pisco souer fueron mis aliados...
aquí van las fotos
primero en la oficina todos bien pichicateados y perfumaditos como nunca.....
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